El consumo de tomate en Latinoamérica es significativo debido a la importancia de esta hortaliza en la dieta de la región según las estadísticas. Según un informe de IndexBox, el mercado de tomate en Latinoamérica y el Caribe se expandió notablemente a $X en 2021, aumentando un 5,7% respecto al año anterior. Durante el período analizado, el consumo registró una ligera expansión. El ritmo de crecimiento fue más rápido en 2017, con un aumento del 7,1% respecto al año anterior. El nivel de consumo máximo se alcanzó en 2019, sin embargo, de 2020 a 2021, el consumo se mantuvo en una cifra más baja.
México es uno de los mayores productores y consumidores de tomate en Latinoamérica. Según un informe de la USDA, la producción de tomate en México está altamente concentrada, con seis estados que producen el 53% del total nacional en 2020. Además, según un artículo de Vegetables West, el consumo anual de tomate en México es de aproximadamente 1,75 millones de toneladas métricas.
Estudios realizados
Un estudio realizado por la Universidad de Chile y publicado en PMC analizó el consumo de alimentos en ocho países de Latinoamérica, incluyendo Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Venezuela. Según el estudio, el consumo de frutas en la población total de ELANS fue de 75,3 g/día, con un rango de 26,2 g/día en Venezuela a 117,8 g/día en Perú. El consumo de frutas tendió a ser más bajo que el consumo de verduras. En general, el 53,3% de la muestra de ELANS consumió frutas, con la prevalencia más alta observada en Chile (73,6%) y el porcentaje más bajo en Venezuela (24,5%). Perú fue el país con el mayor consumo de frutas (232,10 ± 212,9 g/día) entre los consumidores.
El consumo de tomate en Latinoamérica es significativo y México es uno de los mayores productores y consumidores de esta hortaliza en la región. Según los informes, el mercado de tomate en Latinoamérica y el Caribe se expandió notablemente en 2021, aunque el consumo se mantuvo en una cifra más baja en comparación con años anteriores. Además, según un estudio, el consumo de frutas en Latinoamérica es más bajo que el consumo de verduras, aunque Perú fue el país con el mayor consumo de frutas entre los consumidores.
Los tomates más producidos a nivel global en la actualidad
Los tomates más producidos a nivel global en la actualidad son los de China, seguidos por India, Estados Unidos, Turquía y Egipto. Según datos procedentes de Faostat, en el año 2020 se produjeron en el mundo 186.821 millones de kilos de tomate en una superficie de cultivo de 4,8 millones de hectáreas. La producción de tomates a nivel mundial ha aumentado constantemente desde el año 2000, creciendo más del 54% de 2000 a 2014.
En cuanto a la producción de tomate en países específicos, China es el mayor productor de tomates en la actualidad, seguido por India y Estados Unidos. Turquía es otro importante productor de tomates, con una producción de 185 millones de toneladas en 2021, lo que lo convierte en el tercer país productor más grande del mundo. Además, México es un importante productor de tomates, con el estado de Sinaloa siendo el mayor productor de tomates en el país.
En cuanto a las variedades de tomate más populares en el mercado internacional, los tomates bola (beefsteak) rojos tradicionales siguen siendo la mejor opción entre los consumidores de Estados Unidos, según encuestas de aceptación. Sin embargo, existen muchas variedades de tomate diferentes que se cultivan y consumen en todo el mundo, como los tomates frescos, manzanos, uva, saladette, cereza, ciruela o pasta, entre otros.
El futuro de la producción de tomate en la agricultura a nivel global
La producción de tomate a nivel global ha aumentado consistentemente desde el año 2000, creciendo más del 54% de 2000 a 2014. China es el mayor productor de tomates, seguido por Estados Unidos e India. Otros jugadores importantes en el mercado del tomate son los países europeos, México y Canadá. La producción de tomate fresco en los Estados Unidos ha exhibido una tendencia constante a la baja desde el año 2000, disminuyendo de 3.9 mil millones de libras en 2000 a 2.7 mil millones de libras en 2015. Una de las principales razones es la creciente competencia de México.
La producción de tomate a nivel global enfrenta varios desafíos en el futuro. Uno de los mayores desafíos es el cambio climático, que puede alterar la producción de tomate en todo el mundo. El aumento de las temperaturas puede afectar el crecimiento y la producción de tomates, lo que puede reducir la cantidad y calidad de los frutos. En el peor de los casos, entre 2050 y 2100, la cosecha de tomate podría reducirse a la mitad debido al cambio climático. Otro desafío importante es la competencia por la tierra. La agricultura a nivel global está bajo presión ambiental, y la competencia por la tierra es cada vez mayor. La erosión del suelo y la urbanización son algunos de los factores que están reduciendo la cantidad de tierra disponible para la producción de tomate y otros cultivos.
Conclusiones
Para enfrentar estos desafíos, se están desarrollando nuevas tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles para la producción de tomate. La agricultura de precisión, la agricultura vertical y la agricultura urbana son algunas de las tecnologías emergentes que pueden ayudar a aumentar la producción de tomate y reducir el impacto ambiental de la producción agrícola. Además, la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos, el uso de fertilizantes orgánicos y la gestión integrada de plagas, puede ayudar a mejorar la calidad del suelo y reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.
La producción de tomate a nivel global ha aumentado consistentemente desde el año 2000, y China es el mayor productor de tomates en la actualidad. Sin embargo, la producción de tomate enfrenta varios desafíos en el futuro, como el cambio climático y la competencia por la tierra. Para enfrentar estos desafíos, se están desarrollando nuevas tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles para la producción de tomate. La adopción de estas tecnologías y prácticas puede ayudar a aumentar la producción de tomate y reducir el impacto ambiental de la producción agrícola.